Los golpistas dieron orden de agitar la calle a través de ANC, Òmnium y Podemos
Los golpistas dieron orden de agitar la calle a través de la Asamblea Nacional Catalana (ANC), Òmnium Cultural y el partido de Ada Colau (En Comú Podem). Lo hicieron porque consideraban que si el golpe se “descentralizaba” y se “movilizaba a la sociedad civil” el ataque a la ley y la unidad de España sería “imparable”.
La confesión ha aparecido en uno de los documentos incautados por la Guardia Civil en los registros al “despacho de la planta séptima de la Rambla Cataluña 19 y 21 de Barcelona”. El despacho de “Josep María Jové”. Allí se encontraron “147 folios” donde se detalla el sistema de coordinación con algunas de las asociaciones ya conocidas: ANC, Òmnium y AMI. Pero también se habla de otra entidad: de “los Comunes”, el partido de Ada Colau, En Comú Podem.
Jové narra en esos documentos cómo sabían que la forma de responder a la presión judicial que ya percibían antes del 1-O -ya se había presentado la querella de Vox por las declaraciones de Santiago Vidal- era, precisamente, multiplicar el sujeto a perseguir: trasladar responsabilidades hacia la sociedad civil. Porque actuar contra cuatro, seis o diez altos cargos es una cosa, pero actuar contra colectivos sociales resulta mucho más difícil para cualquier instancia judicial.
Por ello, diseñaron “la movilización, tanto por el éxito ante el Estado”, como “porque los Comunes y otros actores no se pueden descolgar”. OKDIARIO ya ha adelantado que contaban con el partido de Ada Colau. Que les dieron voz en reuniones de coordinación. Y que, incluso, el teniente de alcalde de Barcelona, Jaume Asens, llegó a ofrecer sus centros públicos para realizar las votaciones ilegales del 1-O, eso sí, siempre que le garantizasen que no habría consecuencias penales para ellos.
Y en los preparativos de la agitación de la calle, una vez más, contaron con su papel. No debían “descolgarse” porque estaban dentro. “La movilización pasa por descentralizar en la sociedad civil parte de la ejecución de los preparativos”, añadieron en sus indicaciones. Y, precisamente por eso hablaban con En Comú Podem, y por eso estaban en el Comité Estratégico, los dos máximos responsables de ANC y Òmnium, Jordi Sánchez y Jordi Cuixart. Porque ellos fueron básicos para mantener el pulso en la calle y agitar la sociedad civil, como quedó claro en el registro judicial al Departamento de Economía del 20 de septiembre que acabó en el ataque a los coches de la Guardia Civil.
Porque la cabeza del golpe separatista contaba con todos ellos como elementos necesarios para la “preparación del referéndum como contrataque catalán a la presión judicial”, tal y como refleja la documentación a la que ha tenido acceso OKDIARIO.
De hecho, dejaron constancia escrita de hasta qué punto contaban con implicar a la gente para diluir su responsabilidad penal. En concreto, por ejemplo, en la fabricación de las urnas: “Yo anunciaría un proceso participativo y festivo en todo el país para fabricar las urnas a partir de la compra de materiales en bruto y que se vayan guardando en el local que decidieran o en locales de la Asamblea Nacional Catalana”. Porque, aseguraban “no es lo mismo comprar urnas, que metacrilato”.